¿Puedo encontrar mi libertad encerrad@?

En medio de la contingencia sanitaria que atravesamos por el COVID 19 y que nos tiene a todos "atrapados" en casa y con la incertidumbre de no saber qué pasará mañana, hay momentos en donde siento que encontré mi libertad encerrada.

Estos días vividos con tiempo de sobra, me han dado la oportunidad de analizar más fondo mi vida e identificar lo que realmente me gusta y lo que no me gusta de aquello que vivo día a día inmersa en mis rutinas, esas que marcan el ritmo de mi existencia o lo han hecho los últimos años. Con ya varias semanas de confinamiento, hoy puedo admitir que hay situaciones y decisiones que he tomado que no me hacen feliz del todo o por el contrario, ya he identificado mejor aquellas que sí me hacen serlo. También que hay personas que no necesito en mi vida, pero hay otras más que realmente necesito y quiero mantener a mi lado, que las extraño y son muy importantes para mi.

Es verdad, que a pesar de este despertar de conciencia, algunas situaciones no son tan fáciles de eliminar o cambiar de forma inmediata, pero al menos ahora soy consciente de que algunas incluso pueden afectar mi bienestar y escribo esto y lo comparto con ustedes, porque nada me gustaría más que todos pudiéramos hacer lo mismo.

Hay un montón de actividades y pensamientos positivos que poner en practica en esta cuarentena, todas las recomendaciones sobre meditar, ejercitarse, leer o aprender algo nuevo suman, pero también pienso que esta crisis y lo que decidamos hacer con ella, no puede ser igual para todos. No es necesario sentirnos presionados en lograr cosas extraordinarias o fuera de nuestro alcance en búsqueda de aprobación o para sentir que estamos creciendo de manera efectiva como seres humanos. Para mí lo más esencial es encontrar paz dentro del caos y lograr interiorizar con nosotros mismos para entonces reconocer ¿quienes somos? ¿qué nos gusta? ¿qué no nos gusta? ¿a qué tememos? y ¿qué podemos hacer al respecto?

La ansiedad que muchos están sintiendo a ratos estos días, se traduce solamente en la ausencia de control que estamos experimentando. Hay que recordar en todo momento, que el control es solo una ilusión. Nadie controlamos a nadie y asimismo hay situaciones que no dependen de nosotros, como una pandemia o la economía global. Hoy vemos con sorpresa, que el dinero, el poder, los conocimientos, el status y otros aspectos que normalmente dejamos que rijan nuestro actuar y vivir, no sirven de nada y tampoco hacen la diferencia para escapar de un virus.

Estos días de introspección obligada, a muchos nos han orillado a sentir, lo cual a veces dejamos de hacer porque resulta cómodo para lograr muchos de nuestros fines o alcanzar metas en beneficio de nuestros propios intereses. Y es que siempre es más fácil pensar que sentir. Y de repente, un virus desconocido vino a regalarnos lo que siempre falta y nos cuesta tanto dar o recibir: TIEMPO... ¿y que haces tú con tu tiempo? Ahorita que sobra es momento de tomarlo. Date oportunidad de escucharte a ti mism@ e identificar ¿qué sientes y cuales son tus miedos? ¿cuantos de ellos realmente puedes resolver tu? ¿te están robando la vida o te impulsan a vivirla? ¿cuanto de lo que normalmente intentas conseguir, realmente lo necesitas? ¿qué te falta para alcanzar tu felicidad? ¿quienes quieres que permanezcan en tu vida y que te corresponde hacer para lograrlo? ¿cuanto tiempo y atenciones le dedicas a tu salud? ¿cuando fue la última vez que hiciste algo que te gusta?

Es curioso como el encierro obligado, para algunos genera conflicto porque nunca habían sido conscientes de muchas situaciones que no quieren en su vida o les asustan, como la soledad por ejemplo y a otros nos está brindando respuestas o soluciones que antes evitábamos encontrar. Este tiempo nos está literalmente obligando a conocernos y convivir con nosotros mismos y también, en algunos casos, con las personas que habitan nuestra misma casa y que pareciera habíamos estado ignorando a diario. Desde los aspectos físicos hasta los mas íntimos, incluidos nuestro sentir y pensar, nos estamos re-descubriendo y re-conectando. 

Para quienes viven sol@s, el aislamiento no debe ser motivo para sentirse abadonad@s, olvidad@s o deprimid@s. Aún cuando es dificil, tengan presente que se trata de una condición meramente física, ya que seguramente de forma emocional, sentimental o mental, existen otras personas con quienes conectar a través de otros medios, o bien que las piensan y/o quieren como ustedes a ellas. Tienes  el espacio y el tiempo para poder reflexionar lo que sientes. La oportunidad de autonocimiento es para todos. Tal vez, en el silencio descubras que eres más fuerte y resiliente de lo que pensabas o sabías. Estar contigo mism@, sin nadie más, te permite autoevaluarte y encontrar eso que te motiva a ser quien eres, admirarte a ti mismo y valorarte. A veces, en compañía de otros, lograr esto es más complejo. 

Por último, para compartirles mi experiencia personal, luego de que en mi trabajo nos autorizaran realizar labores desde casa, me di cuenta que poder estar en ella protegida y resguardada, lejos de sentirse como encierro o castigo, es también un privilegio y una pequeña oportunidad de vivir y experimentar mi embarazo, acompañada de mi esposo, de otra manera.  Juntos también estamos afrontando situaciones que nos preocupan y afectan como familia, no hemos visto a familiares y amigos en semanas y la distancia nos pesa como a muchos de ustedes, pero intentamos ser lo más objetivos y responsables posible y enfocarnos en lo bueno y en dar solución solo a aquello que realmente está en nuestras manos. Desde luego esta situación nos ha impactado también en otros aspectos de nuestras vidas, como lo es la economía familiar, que al igual que el resto del mundo ha afectado en maneras que ni siquiera nos imaginábamos que iban a pasar así... pero bueno, nuestra mejor aliada es y sigue siendo la paciencia. Poco a poco hemos intentado poner en marcha solución a toda clase de pruebas que se nos han ido presentando y aunque a veces el ánimo tambalea, sin duda esto nos ha unido y fortalecido como equipo.

Por último, ojalá con esta experiencia podamos todos y todas transformarnos en mejores personas. Tengamos la confianza de que toda crisis tiene fecha de expiración y cuando esta termine, aunque parezca difícil, haremos lo mejor cada uno de nosotros para reestructurar aquello que lo requiera. Al mundo le hacía falta una sacudida, los cambios son generalmente buenos. Renuncia a vivir mecánicamente en la comodidad y el lujo, deja de comprar y consumir cosas innecesarias o frecuentar e intentar quedar bien con gente que en realidad no te interesa. Valora a las personas y los momentos que compartes con quienes amas o aprendes. Este es un momento histórico porque marca la diferencia entre quienes eramos antes y quienes podemos ser ahora y en adelante y seguramente muchos de nosotros por fin hemos caído en cuenta, que lejos de extrañar cosas materiales y sin importancia, lo que más añoramos ahora son las personas y los momentos que dábamos por sentados con ellas...




Comentarios

Entradas populares de este blog

No tomes decisiones enojado ni hagas promesas feliz.

Ojos que no ven...¿corazón que no siente?

Cabello de plata y corazón de oro