¿Para que ser infelices si podemos ser felices?

Pienso que los humanos somos caóticos por naturaleza, ya que he observado que normalmente no sabemos como responder emocionalmente en forma positiva ante lo impredecible. Y la verdad es que en muchas ocasiones nos gusta complicarnos más de lo que es realmente necesario, perdiendo el tiempo y las energías en situaciones o personas que se salen por completo de nuestro control. 
Ya es bien sabido por muchos de nosotros que aquello que no podemos controlar nos genera una gran ansiedad, pero ¿qué es la ansiedad, sino la falta de confianza en la vida misma?. Una persona que no tiene confianza en la vida, no puede ser feliz.

Habrá un montón de ocasiones en que las cosas no van a salir como nosotros esperamos que sucedan, pero cuando confiamos en la vida y en nuestra capacidad para responder de la mejor manera ante lo impredecible, es como si hiciéramos magia, porque en automático logramos afrontar todo aquello que llegue y se nos presente. así, cuando menos esperamos, la adversidad se torna menos agobiante y comenzamos a vislumbrar soluciones. También habrá ocasiones en que las dificultades nos tomen por sorpresa, pero el gran reto es lograr convencernos a nosotros mismos de que sea lo que sea podemos con ello. Ojo, no estoy diciendo que los problemas se resuelven solo por el hecho de tener la actitud más positiva, pero ésta marca la enorme diferencia entre navegar a través de ellos con madurez e inteligencia emocional. Desde el momento en que confiamos en que lo que nos está sucediendo tiene una salida y aceptamos aquello que se sale de nuestro control, nos estamos programando emocionalmente para recibir un impacto menos agresivo.

Se trata de elegir, de manera completamente personal, este estilo de vida. ¿Les ha pasado que se topan con personas que parecen incomprensiblemente calmadas o felices todo el tiempo? Y que incluso nos contagian su paz... Esas personas simplemente han desarrollado una capacidad asombrosa y poco común de confiar en la vida, en sí mismas y al mismo tiempo en las personas que las rodean. Creo que en mayor parte se debe a que han entendido que la confianza no se gana, sino que se otorga y en ese dar te estas regalando a ti mismo la tranquilidad que proviene de quitamos muchas preocupaciones absurdas de encima. Una persona que confía reacciona de manera más positiva a las circunstancias que se le presentan y generalmente los resultados que obtiene son más satisfactorios.

Y entonces, ¿para qué ser infelices si podemos elegir ser felices? Se lee fácil pero créanme, yo sé que es más complicado de lo que parece. Por eso nos aconsejan tanto el saber elegir nuestras batallas. Y no solo se refiere a las batallas con los demás, creo que las más difíciles son las que tenemos a diario con nosotros mismos. Deja de complicarte por aquello que no puedes cambiar. Deja de invertirle tiempo, tranquilidad, paz, energía e incluso salud física y emocional a aquellas situaciones y personas que no te aportan algo positivo o se salen de tu control. Conozco la impotencia y frustración que se sienten cuando suceden cosas que no podemos controlar y en ocasiones nos lastiman, solo puedo asegurarte que la vida misma se encarga de ponerte en un buen lugar y de darte las herramientas que necesitas para alcanzar tu felicidad. Cada día que pases vivo es una nueva oportunidad para ser feliz, porque el único propósito real de la vida es vivirla ¡no lo olvides!

Comentarios

  1. Buena recomendación, me he dicho a mi mismo que necesito trabajar en la poca tolerancia a la frustración y sólo disfrutar. Tal vez la clave está en simplificar la reacción negativa que tendemos a tener sobre todo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tomes decisiones enojado ni hagas promesas feliz.

Ojos que no ven...¿corazón que no siente?

Cabello de plata y corazón de oro