¿Como vivo mi embarazo en medio de una pandemia?

Luego de 13 semanas de haber iniciado mi distanciamiento social, quiero tocar un tema que me parece importante y que muchas mujeres estamos experimentando actualmente y es el vivir un embarazo en medio de la pandemia de Covid 19.

Descubrí que estaba embarazada a mediados de enero del 2020. Un bebe en camino parecía el inicio de un año lleno de sorpresas. Nunca imagine que viviría esta etapa mayormente aislada en casa y lejos de las personas que más amo, como lo son mis padres, pero al igual que al resto del mundo, a mediados de marzo, la aparición y esparcimiento del virus cambió mi vida y mis planes. Algo que parecía no ser tan grave ni duradero, pero que pronto se transformó en algo grande e incierto.

Luego de varias semanas en casa, caí en cuenta de que la contingencia sanitaria y el aislamiento ya no eran parte de una estrategia de cuidado mínima y que la situación en todo el mundo se estaba agravando. Las cifras de contagiados y muertos seguía creciendo y México había empezado a alcanzar niveles que de principio no creímos que fueran a presentarse. De repente ya no hubo una fecha cierta para el fin del distanciamiento social y todos los planes que cualquiera pudiéramos tener habían quedado suspendidos o cancelados, llámense reuniones, viajes, eventos sociales, empleo, nuestra economía... en fin todo quedó paralizado.

Para quienes no tienen conocimiento, cuando una mujer está embarazada, su cuerpo sufre de inmunosupresión. Es decir, el sistema inmunitario es menos capaz de afrontar infecciones o enfermedades debido a una baja necesaria en las defensas que se presenta para poder soportar y mantener al producto en nuestro cuerpo. De lo contrario, este no lo reconocería, sino como un agente extraño y lo eliminaría. Así pues, los cuidados que las mujeres embarazadas debimos poner en marcha ante la aparición del virus han sido extremos y debemos evitar a toda costa el contacto con la gente y los lugares que puedan representar un riesgo. Por esta razón, obligadamente mi embarazo lo he vivido y compartido solamente y de la manera más cercana con mi marido, de lo cual no me quejo porque ha sido el mejor compañero y apoyo, pero en general los cambios en mi cuerpo y en mi estado de ánimo resultan muy lejanos y ajenos para el resto de mi familia y de mis amigos. Al mismo tiempo, otras amigas dieron la noticia de que también se encuentran esperando bebe y hemos tenido que felicitarnos y celebrarnos unas a otras a distancia, compartiendo experiencias y consejos desde lejos y a través de otros medios. En momentos, sí ha sido complicado vivir mi embarazo de esta manera, ya que una siempre se imagina vivir una experiencia como esta muy acompañada, chiqueada y apapachada por sus seres queridos. Hay días que amanezco solo deseando el abrazo de mi madre o el consejo de una amiga mientras tomamos un café.

Otra eventualidad fue tener que espaciar las citas de seguimiento de mi embarazo con mi doctora. Normalmente se agendan cada tres semanas o cada mes para ver a tu bebe y cerciorarte de que todo va en orden. Con esta situación, muchos de mis estudios quedaron postergados o suspendidos y las citas se alargaron para vernos en un promedio de cada dos meses, además de que las recomendaciones e instrucciones que me dio la doctora, básicamente consistían en un total aislamiento por mi seguridad y la de mi bebe. La verdad es que tuvo razón en hacerlo de esta manera, pues cuando esto apenas empezó nadie sabíamos realmente a que nos estábamos enfrentando, aún ahora no tenemos la mayoría de las respuestas sobre el virus ni conocemos un tratamiento preciso a seguir en caso de resultar contagiados. Lógicamente, estos cambios en los procedimientos y llevar tu embarazo sin el seguimiento ordinario y en medio de tanta incertidumbre, en días ha sido muy agotador y se pierde la paciencia. El miedo de tener que visitar un consultorio o un hospital apareció en mi vida y seguramente en la de muchas otras mujeres embarazadas, aunado al hecho de desconocer los efectos que el contagio pudiera tener en nuestro embarazo.

Por otro lado, también ha sido difícil renunciar a todas aquellas actividades sociales como ir de compras ilusionada y tener que hacer la mayoría de estas por Internet, deseando no equivocarte en cada peso que desembolsas. Renunciar a tus planes de organizar un gender reveal acompañada de tu gente o tener un baby shower. Hacerte a la idea de que posiblemente nadie pueda ir a visitarte al hospital cuando llegue el nacimiento, incluida tu familia o que tardarán en conocer al nuevo integrante... En fin, todas estas son situaciones que afortunadamente no se traducen en grandes problemas de la vida, sino rutinas, procedimientos o meros formalismos que será necesario modificar por el momento, pero que estábamos acostumbradas y acostumbrados a realizarlos así y con mucha ilusión, por lo que en ratos te desanimas. Se que gracias a la vida, puedo decir que me encuentro dentro del grupo de mujeres embarazadas privilegiadas, porque hasta el momento no he tenido ninguna complicación real o de salud durante mi embarazo, pero al final soy humana y con esta revolución de hormonas soy mucho más sensible. Deseo de corazón que aquellas mamitas que en realidad sí están afrontando pruebas más difíciles, las superen pronto y con los mejores resultados.

Para concluir, les comparto que para sobrellevar la situación actual, además de seguir las recomendaciones y medidas de cuidado, mi mejor aliada hasta ahorita, es practicar la gratitud. Todos los días, trato de centrar mi atención en lo que está presente en mi vida, en los medios con los que cuento para salir adelante, en las personas en quienes puedo apoyarme y en las herramientas que están a mi alcance para superar el día a día en tanto todo se normaliza, trato de enfocarme en aquello por lo que hoy puedo decir desde lo más profundo de mi corazón: ¡GRACIAS! Y a todas ustedes futuras mamitas que se encuentran viviendo algo parecido, les deseo embarazos saludables y felices y sobretodo que tomen en cuenta lo que es realmente importante, en medio de todo este caos recuerden que dentro de nosotros esta sucediendo el milagro de la vida y por eso hay que estar más que agradecidas y fuertes.

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