Me rompi poquito...

A veces reconsidero si estoy viviendo mi vida y mis relaciones como debería...

En este momento la palabra que describe como me siento es "rota". ¡Sí, rota! aunque por fuera no se note.

Muchas personas que interactúan cotidianamente conmigo seguramente han llegado a percibir esa fragilidad de alguna manera no tan obvia y tal vez puedan preguntarse ¿qué estoy haciendo para "arreglarlo"? No es facil y reconozco que a veces mi temperamento puede parecer complicado y debe ser dificil quererme incondicionalmente. La verdad es que he tratado de muchas maneras y he hecho montones de pruebas para cambiar lo que personalmente no me gusta de mi, pero muchos de los cambios toman tiempo y se necesita paciencia.

A veces reflexiono sobre ello y me doy cuenta de que estoy cansada de intentar ser como "debería ser". ¿Acaso sería mas fácil renunciar a esas relaciones personales?  

Hace unas tres semanas, fui a una psicoterapia de constelaciones familiares. Todo el mundo que conozco que ha acudido a este sistema de terapia familiar me ha dado buenas opiniones; sin embargo yo no me noto nada diferente a partir de haberla probado. Para aquellos que no sepan de que se trata, versa sobre ahondar en tu historia familiar ya que prácticamente sostiene que todo lo que vives es consecuencia de ella, generación tras generación van pasándose las cosas buenas y malas que han vivido y eso determina hoy por hoy quien eres y lo que haces. Como verán es complicado, porque para cualquiera es difícil aceptar que hubo algo "malo" que alguien más pudo haber hecho y que terminó afectándo tu vida.

En mi caso particular mi historia familiar es complicada. Durante mi infancia siempre fui muy apegada a mi padre, hasta el momento en que nació mi hermana y poco después el y mamá se separaron. Ya para entonces no me gustaba demostrar mucho lo que sentía, pues me había dado cuenta que cuando mas me permitía exponerlo mas me dolía asi que comencé a evitar hablar del tema. Los papás no lo saben, pero quienes peor la pasamos cuando un matrimonio no funciona, somos los hijos. No cabe duda que muchas veces las separaciones son mejores, pero es dificil entenderlo cuando nadie nos lo explica.

Durante muchos años yo jamás pude contarle a mis compañeritos de escuela o amigos de otros lados lo que vivía. Me sentía avergonzada de la separación de mis padres como si en verdad fuera algo malo. Nunca hice preguntas al respecto y por eso desconocía muchas de las respuestas que ahora se que me hubieran hecho la vida mas facil. Así crecí, sin saber cuales eran sus motivos. Sin decir que me sentía triste, que necesitaba apapachos y que a mi también me dolía.

Junto con la separación de mis padres se presentaron cambios importantes en nuestras vidas. De lo más nombrable está el ajuste de roles familiares y la inestabilidad en nuestra situacion económica que tiempo después se fue normalizando. Mi mamá tuvo que hacerse todavía mas trabajadora para cubrir muchos de nuestros gastos ella sola y cuando volvía a casa generalmente estaba cansada. Yo tuve que hacerme cargo de algunas responsabilidades que en realidad no me correspondían, para ayudar a mis padres con mi hermana o con tareas en la casa. Mi hermana tuvo que aprender que en muchos momentos debía comportarse como adulta y no como niña. Madurar pronto era necesario para ambas si queríamos hacernos la vida mas facil o al menos eso fue lo que creímos.

Siete años después de la separación de mis padres, muere mi hermana y mi vida se pone de cabeza. Resurgen dolores del pasado y se suman a los nuevos, se abren las heridas que ya existían y se hacen cada vez más grandes y por un tiempo seguí sin tener el valor de pedir ayuda. Me convertí en alguien que se sentía culpable de estar viva y poco a poco todo dejó de ser importante. Las amistades, los amores, el cariño y las sonrisas me pasaban desapercibidas. Me apague como se apaga una vela cuando se consume y entonces todo se volvió oscuridad aun con los ojos abiertos y rodeada de gente.

Así llegué a mi terapia de constelaciones familiares, donde fue duro escarbar y escarbar para ir encontrando momentos y situaciones que dolieron y fueron o siguen marcando mi vida pero que es necesario afrontar si quiero seguir bien adelante.

¿Qué tan capacaces somos de cambiar nuestra historia y poder reunir nuevamente los pedazos de aquello que se rompió dentro de nosotros y que no imaginábamos el efecto ni los daños que nos traería?

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