Las formas del amor

"Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser"

— Gabriel García Márquez

Seguro en mas de una ocasión todos hemos experimentado la angustiante sensación de sentirnos poco valorados o incluso no amados por las personas que resultan importantes para nosotros. Equivocadamente, las personas creemos que amar consiste en ser amado y que el fin último del amor es que sea correspondido de igual manera. A lo largo de nuestras vidas, crecemos pensando que nacimos sabiendo amar y por el contrario, pocas son las personas que reconocen que hay que aprender a hacerlo.
El amor que sentimos por nuestra pareja, por nuestros padres, por nuestros hermanos, por nuestros hijos y por nuestros demás familiares y amigos, no es intercambiable ni debe estar sujeto a condiciones o beneficios. Osho, filósofo de origen indio, nos regaló la siguiente reflexión para entender mejor de que se trata el amor: “El amor, en su forma más pura, consiste en compartir la alegría. No pide nada a cambio, no espera nada; de modo que ¿cómo vas a sentirte herido? Cuando no esperas, no hay posibilidad de sentirse herido. Todo lo que venga, será bueno, y si no viene nada, también será bueno. Tu dicha consistía en dar, no en obtener. De ese modo, uno puede amar” — Osho. 

La frase me gusta porque en tan sólo algunos renglones nos da una concepción muy acertada sobre qué realmente debes esperar cuando amas a alguien y la respuesta es muy concisa y clara: nada. Y es que a veces se nos olvida que el amor es un acto voluntario y totalmente desinteresado, por eso es un sentimiento tan especial y tan valioso en el mundo.

En lo personal, han habido momentos en mi vida en que algunas personas no correspondieron mis sentimientos como esperaba o no se mostraron tan agradecidas como yo quería por lo que di o hice por ellas y no fue hasta algún tiempo después que entendí que esperar algo a cambio distaba mucho de ser un acto de verdadero amor. Por el lado contrario, también me he encontrado a mí misma atrapada en situaciones donde mis reacciones o muestras de afecto y gratitud parecen no ser suficientes para quienes tienen un gesto de aprecio o cariño hacia mi. Creo que ésta última es todavía más difícil para mi que la primera, ya que genera sentimientos de frustración para ambas partes. Algunas personas basan o miden el amor, el afecto y la gratitud conforme a demostraciones muy notorias o palpables. A mi me gustan las demostraciones de afecto íntimas y que se reflejan en detalles simples, muestras de cariño implícitas en atenciones concretas pero significativas. Ahora mismo me encuentro en una situación complicada por no corresponder a las muestras de afecto de una persona cercana a mí tal y como lo espera y que si bien es importante en mi vida y sin duda me siento halagada y agradecida por todo lo que hace por mí, no somos compatibles en las formas de demostrar nuestros afectos. Esto puede convertirse en un problema muy serio y provocar tensiones en las relaciones, ya que los que participan de ella pueden mal interpretar las actitudes o bien la ausencia de ellas, pero creo que si aprendemos a respetar la forma de expresar el cariño de cada quien, si entendemos que todos pensamos y sentimos diferente y que no es correcto crear expectativas respecto de comportamientos que son ajenos o independientes a los nuestros, podemos estar bien con nosotros mismos y con los demás y tener relaciones interpersonales más sanas y duraderas.

Espero este post les sea de utilidad o al menos despierte la inquietud en ustedes para reflexionar acerca de la dinámica en sus relaciones y analizar ¿qué tanto das sin esperar algo a cambio?. Ojalá ustedes y yo logremos poco a poco volverlas cada vez mas sanas, menos demandantes y más libres.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No tomes decisiones enojado ni hagas promesas feliz.

Ojos que no ven...¿corazón que no siente?

Cabello de plata y corazón de oro